Ese Sábado, de mañana muy temprano, el Colegio Nuestra Señora de Andacollo, ubicado en el sector de las Compañías Altas de Serena, abrió sus puertas para recibir con muchísimo cariño a todos los viajantes. Después de las palabras de acogida del Hermano Jesús Pérez, Rector del Colegio Nuestra Señora de Andacollo, de las presentaciones correspondientes y de un buen desayuno, servido por profesores y apoderadas de Básica, se vivieron gratos momentos al escuchar canciones y disfrutar de bailes típicos de la cuarta Región.

Se vivió con especial devoción una Misa realizada en la hermosa Iglesia Marista ubicada al lado del Colegio, en la que se rogó y pidió de manera especial por todos los administrativos. A continuación se tuvo la posibilidad de caminar por la población en la cual está inserta el Colegio y en la que nuestros hermanos maristas, tienen su casa habitación, haciendo comunidad y compartiendo con los vecinos del sector. Como siempre, importantes y muy significativos fueron los momentos de reflexión motivados por el Hermano Germán Chávez. Las lecturas profundas de fe inspiradas en el Amor, en el carisma Marista, en la Familia y en Dios tocaron el alma y el corazón de muchos administrativos, emocionando a más de algún presente.

El almuerzo estuvo amenizado por un gran conjunto folclórico de la zona. Los Sausales hicieron gala de su vestuario y de sus cuecas. Y más de algún suspiro femenino ocasionó el director del grupo, obviamente por su gran talento de bailarín profesional. Los Sausalitos dieron el toque de ternura a nuestro baile nacional. Ya por la tarde se venía venir lo esperado por todos. La presentación humorística o artística de cada una de las delegaciones de administrativos. En el caso de Los Andes, muy graciosa y original resultó la actuación del “Harem del Sultán René”, acompañado por las odaliscas María Ester, Alma, Karla, Andrea, Pamela y Carolina. Para qué decir de los jóvenes administrativos de los otros colegios... ¡quedaron extasiados! ... y en vez de pedir autógrafos a las bellas odaliscas, les pedían sus correspondientes e mails.

Las onces fueron servidas por jóvenes alumnos y damas de Educación Media y fue el momento de compartir regalos y presentes para el recuerdo. Al cierre y frente a una hermosa puesta de sol, cantaron con gran romanticismo un grupo de profesores de música. Se destacaron también pequeños bailarines pertenecientes al Colegio que hicieron un recorrido folclórico por Isla de Pascua, la Cuarta Región y la Zona Central. No faltaron además, las Tunas, las que dieron el toque alegre a la despedida.

Pero no todo terminó ahí. La Recova de Serena fue casi el segundo lugar obligado de encuentro de muchos administrativos maristas. Más de algún recuerdo para algún ser querido viajó como preciado regalo ese Sábado por la noche destino al sur de la Región de Coquimbo. Al otro día, el domingo por la mañana, los administrativos maristas de Los Andes se dieron cita en uno de los lugares más importantes de Latino y Sudamérica: La Cruz del Tercer Milenio. En esta importante construcción nuestros amigos administrativos, María, Helena, María Ester, Rosita, Karla, Carolina, Alma, Andrea, Pamela y René, pudieron apreciar en todo su esplendor la importante ciudad de Serena y la hermosa bahía de Coquimbo, teniendo en el recuerdo a Sofía y a Luis, quienes por razones personales no pudieron viajar. ¡Gracias a los hermanos de la Comunidad de Serena, en especial al Hermano Jesús Pérez, Rector del Colegio Nuestra Señora de Andacollo!
 
¡Gracias a Don Roberto, chofer de Buses Ahumada que nos llevó con precaución y seguridad a Coquimbo y Serena!
 
¡Gracias a Don José Ramón, exalumno marista de Los Andes por guiarnos en Coquimbo hasta la Cruz del Tercer Milenio!
 
¡Gracias a Don Pedro Díaz, Rector de nuestro querido Instituto Chacabuco, por todo el apoyo y disposición entregados para este importante Encuentro! ¡Y gracias infinitas a los amigos y administrativos del Colegio Nuestra Señora de Andacollo por su acogida y por todo su cariño hacia nosotros!

Y nos vemos en Rancagua en el Cuarto Encuentro de Administrativos Maristas 2006, ¡Si Dios y San Marcelino así lo quieren!