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Experiencia Rural 2008: obras que dejan huellas
Por
Instituto Chacabuco .
Publicado:
27 Octubre 2008
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Tras una semana insertos en las localidades de Campo de Ahumada y Los Rosales, los 52 alumnos y alumnas de terceros medios que participaron de la tercera Experiencia Rural, volvieron cargados de vivencias significativas que, sin duda, ayudaron a ampliar su visión de la realidad.
Desde el 12 al 17 de octubre, los dos grupos estuvieron con 22 familias que abrieron sus hogares, no importando sus carencias o necesidades.

Una Misa de envío en la Parroquia de la Asunción marcó el punto de partida de la tercera experiencia rural que por primera vez presenta dos destinos, puesto que las otras jornadas se hacían en la zona precordillerana de Campo de Ahumada. Durante esa semana conocieron de todas las labores practicadas por estos grupos familiares, que les mostraron algo muy distinto a lo que viven cotidianamente. Familias en condiciones económicas y sociales diferentes, donde la tecnología y las comodidades están aún lejanas. Los jóvenes además de ayudar en las labores de extracción de leche, levantamiento de cercado o limpieza de corrales trabajaron, en el caso de Los Rosales, en la recuperación de espacios comunitarios. Fue así, que ampliaron espacios recreativos, mejoraron la capilla, también colaboraron en el levantamiento de un sistema de postaje de iluminación para la capilla. Pero una ganancia aún mayor la obtuvieron de la convivencia con estas familias sencillas y humildes, vivenciando conversaciones en las cocinas, muchas de ellas a leñas, con el grupo familiar que sin importan si tenían en lo material, estaban dispuestos a compartir desde su escasez. En su tercer año de realización la actividad se ha ido consolidando, lo que queda demostrado en el compromiso con que viven el proceso nuestros alumnos y alumnas, en la sintonía con los profesores que se refleja en el buen comportamiento y en el vínculo que forjan con las familias. En el caso de Campo Ahumada, este proceso estuvo acompañado de un viaje a la Laguna Copín cuya “travesía” se extendió por más horas de las que originalmente estaba contemplado.

No queda más que agradecer a las familias y a todos a quienes hicieron posible dicha experiencia que da cumplimiento al itinerario social del colegio que insiste en dar una formación integral a sus alumnos, dando oportunidad de mirar la realidad desde otro punto de vista.    

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