Hace muchos
años que los funcionarios del colegio pertenecientes al
estamento administrativo y los auxiliares anhelaban
conocer Pangal, un lugar ubicado en la pre cordillera
cerca de Rancagua. A principios de marzo la autoridad
colegial nos informó que el 2008 cumpliríamos ese sueño.
Comenzó allí un arduo trabajo de
organización a modo de cumplir con las expectativas que
cada uno de los participantes tenía, en total 30
personas acompañadas por el Hno. Luís Izquierdo, y el
Rector Pedro Díaz Cuevas que junto su familia, nos
esperaban con la cena lista para cuando llegáramos, el
jueves 15 de mayo en la noche.
Pese a un pequeño desvío del conductor del
bus que nos llevaba por el camino hacia El Teniente, el
viaje se desarrolló sin novedad. Ni siquiera la mascota
del viaje, el pequeño Nico de Carolina Villarroel
perturbó la ida.
¡Por fin llegamos!
A reconocer la casa que
nos albergaría por tres días, ubicarse en sus
habitaciones y juntarnos en el comedor para la cena, que
incluía un bailable, el cual sirvió para estirar las
piernas, luego de cuatro horas de viaje.
Juegos y reflexión
Viernes por la mañana y todos a la capilla para iniciar
la jornada, dándole gracias al Señor y a la Buena Madre
por la oportunidad de compartir cerca de la naturaleza y
junto a los compañeros de trabajo, ese momento de unión
y fraternidad. Así como destacar la generosidad y
disposición de los profesores que reemplazaron en sus
funciones a las personas que viajamos.
Luego, dinámicas grupales y de reflexión a
objeto de permitir aún más la integración de los
presentes que fueron animados por el Rector, para dar
paso a una interesante exposición de Hno. Luis Izquierdo
que nos habló de la espiritualidad, de nuestro fundador
San Marcelino y de la presencia Marista en todos
nosotros.
Un asado para el almuerzo que fue preparado
don Pedro, quien demostró sus dotes parrilleros,
mientras cada uno cumplía con una labor especifica,
divididos en comisiones para una distribución equitativa
de las funciones. Todo bien ordenado.
Por la tarde, los grupos se dividieron en
una excursión guiada del sorprendente y ágil Hno. Luis,
quien nos llevó a recorrer las inmediaciones de la casa,
donde pudimos disfrutar con las distintas tonalidades de
colores que permite únicamente el otoño. Mientras otros
se relajaron pescando a orilla del río, y no,
precisamente un resfriado.
Día de fútbol, recolección de nueces y
avellanas y la despedida
Una delegación nuestra partió a las 9 de la mañana hacia
San Fernando para jugar una Liga Inter Colegios
Maristas, en dos equipos que se trajeron un triunfo y
una derrota a casa. Pero, no por eso, quedamos
disminuidos ni amilanados, nuevamente se salió explorar
hacia los cerros o bien se aprovechó la ocasión y con el
permiso del Hno. Teófilo, para recoger nueces, avellanas
y membrillos.
Almuerzo y despedida
.a dejar todo todo
todo bien ordenado, para que así nos inviten nuevamente,
a disfrutar de la naturaleza, desconectados por un par
de días de tu vida cotidiana, un momento único de
reflexión y de compartir de la fraternidad
carismática
.un viaje inolvidable!!!!