En una Parroquia de la Asunción colmada de gente,
especialmente de familiares de los 111 alumnos y alumnas
pertenecientes a los tres cuartos medios, se celebró la
tradicional Eucaristía, con la cual se despide a los
estudiantes del último año de la enseñanza media de
nuestro colegio, así como se consagró la Primera
Comunión de cuatro de ellos: Franco Pedraza, Yonnathan
Moya, Antonio y Santiago Varas Saavedra.
La tradicional ceremonia fue celebrada por
nuestro capellán padre Humberto Henríquez, y corresponde
a un rito que se realiza con anterioridad a la
Licenciatura, con la idea que nuestros alumnos, futuros
egresados, estén en la compañía y orientación de nuestro
Padre Dios.
En su homilía, el padre se centró en el
mensaje sobre la importancia de la familia y los nuevos
desafíos que vienen. Luego, vino el momento de las
ofrendas. La alumna Simona Cacciuttolo, presidenta del
cuarto medio C presentó un libro de clases como
muestra del esfuerzo académico desplegado durante la
etapa colegial. André Mesías, presidente de cuarto medio
B hizo lo propio con un polerón de curso que
representa el compañerismo, la amistad y la unidad
forjada durante estos años. Diego
Meza, presidente de cuarto medio A llevó
hasta el altar una fuente de semillas que representan la
presencia de Dios en cada uno y que por ende espera
germinar por medio del amor y el servicio. La familia
Arancibia Madariaga fue la encargada de llevar el pan y
el vino. Finalmente las directivas de apoderados
presentaron un obsequio: una bandera institucional.
En la acción de gracias estuvo presente el alumno
Stefano Gatto como portavoz de sus compañeros de
generación.
Por primera vez y dada la reciente
formación del Centro de Ex Apoderados en la pasada
Semana Champagnat, los padres que así lo desearon se
inscribieron en este nuevo grupo colegial.
Luego, el Centro de ex alumnos les hizo entrega de las
piochas, como símbolo de que seguirán ligados a la
Familia Marista por el resto de sus vidas.